COLUMNA

Viernes, 31 de Agosto de 2012 11:15 hrs.

ELSON BEYRUTH, UN CRACK BRAVO Y LEAL

El fútbol chileno se conmovió con la partida del ídolo de Colo Colo, que por su calidad humana y profesional dejó una huella en nuestro medio.
COLUMNA DE ALBERTO FOIULLIOUX

Escribir de fútbol es hablar del alma y del corazón de los hombres y de las sociedades. Él nos habla de lugares inalcanzables por la razón. Son los lugares de la pasión y de los sentimientos que eliminan los límites de lo racional.

Como fenómeno de fuerte implicación emocional forma parte de un proceso de identificación, que en el caso de muchos jugadores tienen relación con un club. Como Elson Beyruth y Colo Colo. Fue un futbolista brasileño que todos quisiéramos tener en nuestros equipos. Llegó en 1965. De pocas palabras y muchos goles. Su instante de mayor fama fue un 27 de enero de 1971.

Colo Colo y Unión Española jugaban el alargue de un partido que definía el título de 1970 y que estaba 1-0. Por primera vez todo el país veía en vivo y en directo a través de la televisión la final. En el minuto 110 en tiempo extra, Sergio Ramírez centra hacia el área de los rojos de Santa Laura y Beyruth controla el balón, un hincha se pone de pie delante de la cámara de transmisión y tapa lo que sigue de la jugada. Cuando la imagen retorna, aparecen los jugadores albos abrazando a Elson y al arquero Juan Olivares derrotado en el suelo.

¡Colo-Colo es campeón! Con un gol que miles de televidentes no vieron. Además, Beyruth había anotado el primer tanto. Su celebridad mediática y su carisma lo llevaron a pesar de su timidez a grabar el primer aviso publicitario en televisión. Se trataba de una hoja de afeitar de la cual el jugador albo sólo decía ¡se la recomiendo, amigo!

Fueron 110 goles en 237 partidos y dos títulos en ocho temporadas con la camiseta del “Cacique”.

En aquellos años eran famosas las reuniones dobles y muchos hinchas de otros clubes iban al estadio Nacional a ver al Turco, Elson Beyruth.

Todos sus compañeros hablaban bien de él, e incluso en una de sus entrevistas tuvo palabras de elogio hacia mí por el hecho de que jugaba en Universidad Católica y estudiaba derecho al mismo tiempo.

La vida nos volvió a encontrar cuando dirigí al fútbol joven de los cruzados y él con su gran amigo Mario Moreno entrenaban la filial de Green Cross de Temuco en la comuna de La Reina. Como su club de disolvió tuvo la generosidad de cederme para que fuesen a Universidad Católica los mejores jugadores de la cruz verde.
Entre ellos estaba Mario Lepe, porque junto al Superclase Moreno preferían a los jugadores técnicos y hábiles. Beyruth sostenía que quienes habían jugado al fútbol privilegiaban a los jugadores sobre las tácticas, o a los atletas que preferían formar en inferiores. Todo el ambiente futbolístico lloró su partida.

El gran periodista Edgardo Marín escribió: Fue querido, indiscutido, por bravo y leal. Nunca se quejó y no se fue llorando a pesar de la mala que le vino con todo en los tiempos finales. A él no le habría gustado por bravo y leal.

Doy fe, porque así era en la cancha cuando lo enfrenté. Elson Beyruth, un crack bravo y leal…
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