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Lucas Simón se ha convertido en un referente de Cobreloa. Nacido hace 33 años en Mar del Plata, tierra en el que siempre soñó con ser futbolista profesional, tal como señaló en una distendida conversación.
“En esos momentos lo único que pensaba en llegar a jugar a Buenos Aires, que era el lugar en que sale la mayoría de los jugadores profesionales. Estaba en mi ciudad, con mi familia, mis amigos, pero siempre con la cabeza en tener una prueba contra equipos en Buenos Aires para ver si me iba a quedar en algún club y poder iniciar mi carrera”, indicó el capitán loíno.
Sus buenas actuaciones en su primer club en Nueva Chicago, despertaron la atención de Europa: jugó en Piacenza y Pescara, ambos de Italia, una experiencia que lo marcó para su desarrollo. “En mi paso por Italia descubrí que en el futbol lleva mucho de disciplina. Se trabaja mucho de táctica en los entrenamientos, las reglas se respetan mucho. Son muy profesionales. Llegué a los 20 años y esos cuatro años me ayudaron a formarme como jugador”, recuerda del delantero minero, cuya aparición en las canchas chilenas fue en el año 2011 defendiendo a Unión La Calera. También he defendido a Palestino, Huachipato, Deportivo Municipal (Perú) y Cobreloa.
“Mis mejores temporadas ha sido las dos últimas con Cobreloa. Está también la de Huachipato llevaba 10 goles en ocho partidos, pero terminé lesionándome. El año pasado fui el goleador del año, también lo hice en la Copa Chile. Ahora me siento físicamente muy bien, con mucha madurez y en la plenitud de mi carrera”, admite Simón, que advierte de la responsabilidad que tiene con los mineros de regresar a la Primera División.
“Cobreloa es un club grande, que está pasando por un momento de transición en una categoría que no le corresponde y que sueña todos los días con volver a Primera División”, agregó.
El capitán de la escuadra naranja sabe que su voz es importante en el camarín del equipo dirigidos por Víctor Rivero de cara a la recta final del Campeonato As.com 2019. Sobre el mensaje a sus compañeros, especialmente a sus compañeros jóvenes, el goleador argentino sostiene que “hay que ser pacientes y nos volvernos locos. No hay que estar nerviosos, intentando estar con la cabeza fría. Con trabajo y paciencia, se pueden conseguir las cosas”.
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