Un despido, cuatro suspensiones y el nombramiento de un nuevo Presidente de la Comisión de Árbitros determinó el Directorio de la ANFP, luego de conocer los resultados de una investigación que ordenó tras declaraciones de cinco jueces y asistentes que luego de su desvinculación de la Corporación denunciaron la existencia, hace años, de un llamado “Club del Póker”.
El Directorio analizó durante dos horas el extenso informe presentado por el abogado Óscar Fuentes, secretario ejecutivo de la ANFP, quien tuvo a su cargo el sumario, y acordó el cese del contrato del ex árbitro Mario Sánchez, quien se desempeñaba como responsable del área Desarrollo de los árbitros, sin formar parte de la Comisión, y la suspensión por ocho meses de los jueces y asistentes activos, señores Cristián Basso, Marcelo Barraza (FIFA), Roberto Tobar (FIFA) y Carlos Rumiano, todos ellos participantes en el mencionado “Club” que funcionó hasta 2010. Los árbitros FIFA, con esta suspensión, pierden su condición de tal.
Asimismo, designó como Presidente de la Comisión de Árbitros al ex juez internacional FIFA, señor Pablo Pozo, quien tendrá la misión de reestructurar dicha Comisión y de encabezar un proceso que permita posicionar al cuerpo de jueces nacionales entre los de mejor estándar del mundo.
TAREAS DE PABLO POZO
Para ello, Pozo contará con toda la colaboración y la infraestructura que demande, esperándose que en un plazo muy breve presente al Directorio su plan de trabajo para su aprobación.
Dicho plan deberá contener las siguientes materias, entre otras:
- Elaborar y aprobar un Código de Ética para los árbitros y asistentes arbitrales;
- Elaborar y aprobar un Reglamento Interno ad hoc para árbitros, que deberá regular, entre otras materias:
- Las formas de calificaciones, ascensos y descensos de los árbitros, considerando sus especiales condiciones laborales;
- Realización de evaluaciones conforme a criterios objetivos y previamente conocidos por los árbitros y asistentes, medibles en “ranking” a lo menos trimestral;
- Establecer un mecanismo de “reclamación” frente a las calificaciones que se establezcan semanalmente a los árbitros y asistentes;
- Publicidad de las calificaciones de todos los árbitros y asistentes mensualmente, las que podrán ser conocidas por los pares;
- Designación de “evaluadores” de forma aleatoria;
- Evaluación obligatoria y anónima de los miembros de la Comisión Arbitral por los árbitros y asistentes;
- Forma de medición de las condiciones físicas anual, semestral y mensualmente de los árbitros y los asistentes;
- Promocionar, incentivar y mantener la designación de los árbitros mediante sorteos públicos;
- Establecer un mecanismo público de sanciones por malas presentaciones de los árbitros en partidos de las competencias oficiales;
- Establecer -conforme a criterios objetivos y medibles- un sistema de ascensos y descensos de los árbitros y asistentes en función de las diversas categorías del fútbol profesional.
PRESTIGIO Y CREDIBILIDAD
La convicción de que el prestigio y credibilidad de la función arbitral debe ser preservada a toda costa, por encima de cualquier interés de clubes, grupos o personas, fue lo que lo llevó al Directorio a tomar tan severas medidas, aun cuando los hechos denunciados hayan ocurrido, como en este caso, hace varios años.
“No debe haber ninguna sombra de duda, por mínima que sea, respecto de la corrección, decencia e idoneidad de nuestros árbitros”, señaló Sergio Jadue, presidente de la ANFP, una vez conocidas las decisiones del Directorio.
“Con esto hemos querido dar una clara señal de que no estamos dispuestos a aceptar nada que pueda poner en peligro el prestigio de quienes dirigen los partidos del fútbol chileno”, agregó Cristián Varela, primer vicepresidente de la ANFP.
“De esta manera, ha quedado demostrada la irreductible voluntad del Directorio de velar por una correcta conducción del fútbol nacional, de manera transparente y cueste lo que cueste”, aseveró Nibaldo Jaque, secretario general de la ANFP.
El abogado Óscar Fuentes, quien tuvo a su cargo la investigación, para la que realizó 17 diligencias, dijo que “conforme a todos los medios de pruebas allegados, no obtuve la convicción de que existieron los hechos denunciados que contravienen normas reglamentarias, pero es necesario hacer presente que tratándose de una responsabilidad tan delicada, como es la de administrar justicia deportiva, el árbitro debe contar con la confianza y credibilidad absoluta frente a los miembros del cuerpo arbitral, aficionados, medios de comunicación, público en general y dirigentes. Consecuentemente, todo hecho o situación que signifique la pérdida de tal calidad es incompatible con la función arbitral”.
Las medidas adoptadas por el Directorio de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, que fueron informadas hoy al Consejo de Presidentes, tienen aplicación inmediata y los afectados ya han sido notificados.